Hermanos amados en todo el mundo en este momento hay obreros verdaderos de Dios y otros que no. Por sus frutos los conoceremos.( Mateo 7.16) El fruto no son años en siendo pastor o evangelista, el fruto no son miles de personas captadas por métodos.
Debemos aprender a juzgar ( discernir) no condenar hipócritamente como Cristo nos manda que no hagamos “ no juzguéis para que no seáis juzgados” per
Debemos aprender a juzgar ( discernir) no condenar hipócritamente como Cristo nos manda que no hagamos “ no juzguéis para que no seáis juzgados” per
o si juzgar, discernir y separar entre lo santo y lo profano como sacerdotes de Dios que somos ( Lev 10:10) . Es mas Cristo mismo nos manda a hacerlo “no juzguéis según las apariencias si no con justo juicio” ( Juan 7:24) . Por tanto como el único juicio justo que tenemos son las Escrituras a eso apuntamos a discernir como los de Berea (Hechos 17:11) que juzgaron aun la predicación del apóstol Pablo y se les llamo LOS NOBLES de Berea por esto.
Oremos que el Señor envié obreros a su mies, por que han sido levantados muchos que se llaman obreros y se jactan de sus números, y de sus años en el ministerio, pero de que sirve mover mar, cielo y tierra para captar personas si al final solo, como dice Cristo “los hacéis dos veces mas hijos del infierno que vosotros” (Mateo 23.15) .Oremos por nuestras ciudades y no dejemos de proclamar El Evangelio ¡
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. Mat 9:37,38
Oremos que el Señor envié obreros a su mies, por que han sido levantados muchos que se llaman obreros y se jactan de sus números, y de sus años en el ministerio, pero de que sirve mover mar, cielo y tierra para captar personas si al final solo, como dice Cristo “los hacéis dos veces mas hijos del infierno que vosotros” (Mateo 23.15) .Oremos por nuestras ciudades y no dejemos de proclamar El Evangelio ¡
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. Mat 9:37,38
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